No. 7 (Revisado 7/04)
El asistir a la escuela generalmente es un evento excitante y agradable para los niños pequeños. Para algunos esto conlleva intenso miedo o pánico. Los padres tienen motivo de preocupación cuando el niño regularmente se siente enfermo o pide quedarse en la casa y no ir a la escuela con quejas físicas menores. El no querer asistir a la escuela puede ocurrir en cualquier momento, pero es más común en los niños de 5 a 7 y de 11 a 14 años, momentos en los que los niños están bregando con nuevos retos en la escuela elemental o intermedia. Estos niños pueden estar padeciendo un temor paralizante por tener que dejar la seguridad de la familia y del hogar. Es muy difícil para los padres hacerle frente a este pánico infantil y a la negación de asistir a la escuela, pero estos temores pueden tratarse exitosamente con ayuda profesional.
El negarse a ir a la escuela aparece generalmente después de un período en el que el niño ha estado en la casa en compañía de su mamá o papá y se ha apegado a ellos, por ejemplo, después de las vacaciones de verano, de los días de fiesta, o después de una breve enfermedad. Puede también suceder después de un evento que le produzca estrés, tal como la muerte de un familiar o de una mascota, un cambio de escuela o una mudanza a un vecindario nuevo.
El niño se puede quejar de dolores de cabeza, de garganta o de estómago justo antes de la hora de irse a la escuela. La enfermedad se mejora cuando se le permite quedarse en la casa, pero reaparece a la mañana siguiente antes de ir a la escuela. En algunos casos, el niño se niega por completo a salir de la casa. Como el pánico surge al dejar la casa, y no por estar en la escuela, el niño por lo general está tranquilo una vez que está en la escuela.
Los niños con un temor irrazonable a la escuela pueden:
- sentirse inseguros si se quedan solos en un cuarto
- demostrar apegamiento excesivo en su comportamiento
- demostrar una preocupación o temor excesivo acerca de sus padres o de que puedan hacerse daño
- ser la sombra de su madre o de su padre en la casa
- tener dificultad para dormirse
- tener pesadillas
- tener un temor exagerado a los animales, monstruos y ladrones
- temer quedarse solos en la oscuridad
- pueden tener rabietas severas cuando se les obliga a ir a la escuela
Tales temores son comunes entre los niños con el problema de ansiedad por la separación. Los efectos potenciales a largo plazo (ansiedad y desórden de pánico al llegar a adultos) pueden ser muy serios para un niño con ansiedad por la separación persistente y que no recibe ayuda profesional. El niño puede desarrollar serios problemas escolares y sociales si deja de ir a la escuela y de ver a sus amigos por mucho tiempo debido a los miedos y la ansiedad.
Cuando los temores persisten, los padres y el niño deben de consultar con un profesional de la salud mental capacitado, quien trabajará con ellos para desarrollar un plan para hacer regresar de inmediato al niño a la escuela y a otras actividades. Los niños mayores o los adolescentes que se niegan a ir a la escuela padecen por lo general de una enfermedad más grave y a menudo requieren un tratamiento mas intensivo.
El miedo irracional y el pánico de dejar la casa/padres e ir a la escuela se puede tratar con éxito.
Para información adicional puede ver Información para la Familia:
#4 El Niño Deprimido
#8 Los Niños y la Pena por la Muerte de un Ser Querido
#47 El Niño Ansioso
#50 Desórden de Pánico en Niños y Adolescentes